.....................Así fueron más o menos las cosas. Después de aquella noche, en la que en realidad tuve sueños confusos que no pude ya descifrar con el primer hilo de luz cayendo sobre mi cara, después de esa noche, la convicción se hizo claridad. Todavía se oían los sonidos intermitentes, provenientes de la ruta, aunque más atenuados. Es durante la noche que la circulación de aquellos vehículos aumenta. Porque aún es así, aunque ahora formen parte, digamos, de la naturaleza. Ya no poseen el significado aterrador que tuvieron durante los primeros meses. Ahora sabemos que, como repitió el ministro aquel hace mucho tiempo -ya no se cuánto-: "las cosas son asi". Que los vehículos seguirán yendo y viniendo, provocando ese tembleque de las casas más cercanas a la carretera, el golpe de esas cortinas que se cierran todavía en un acto instintivo que ya no significa nada. Esos volúmenes negros con lucecitas azules, pesados, rodantes, con una carga que también preferimos olvidar, tan parte de la noche como lo que llevan en sus entrañas. No. No quiero volver a recordar lo que de esa actividad, vuelta destino superior, después costumbre y finalmente paisaje, se ha sabido. Nuestra complicidad por encima de todo nos ha convertido en gente silenciosa. Así fueron más o menos las cosas. Nada pudo hacerse. Nada pudimos. Nada. Hasta aquel amanecer cuajado de pesadillas de las que no podré testificar.
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Una anotación, después de casi 10 años. Saludos. De un hombre del pasado saludos.
ResponderBorrarUia, ya recuerdo!!!!!! Increíble. Los solitarios del blog.
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