miércoles, 1 de febrero de 2017

continuaciones III de "( )"

©  Paola Gallo









Hablemos de la bruma.

La bruma también tiene sus principios físicos (
el punto de rocío o temperatura de rocío es la temperatura a la que empieza a condensarse el vapor de agua contenido en el aire, produciendo rocío, neblina, cualquier tipo de nube o, en caso de que la temperatura sea lo suficientemente baja, escarcha. )

No suele darse bruma tras una tormenta
pero, por ejemplo, si se dispersa
esa excepción, bien rara, rarísima
esparce sus moléculas.
De no encontrar lugar
se extiende en el tendal; entre los árboles
que no han caído, tiñe las copas
del parque, la avenida
entre los sólidos, sometidos al desgaste, después de la tensión
se acomoda, su masa opaca
también entre personas
desorientadas; en breve, abren
abren ventanas, puertas
asoman la cabeza a la intemperie, dudosos
parecen
parecen fantasmas, sfumato, sin bordes nítidos
se pechan
con su pensamiento, su soledad dialogada
de día gris, como otro día, de desazón, con un principio
de extrema violencia, de plenitud y fin, se mueven
para buscar silencio, retomar las palabras
diarias, maquinales, el estado de equilibrio
con sus fisuras hechas, marcas de la tortuosa voladura
después del viento, de la ciudad de afuera
envuelta, amor, ahora
por la bruma; lento, filtra el sol
hasta que gane
la claridad tajante.

(
alea jacta est. )


























*












No hay comentarios.:

Publicar un comentario